martes, 25 de diciembre de 2012

EL VIAJE A PANDORA

“Conocí a Angy, Angyangela Ronas, como navi felina y atractiva, y el mismo día que la conocí me prometió que me llevaría a Pandora. Hicimos el viaje pocos días después, pero antes de que te lo cuente tengo que aclararte que es Pandora… “  Este es el inicio de VIAJE A PANDORA,  el libro publicado por Diotima Editorial. Polifemo es un planeta que se encuentra en el sistema estelar Alfa Centauro, a 4,4 años luz de la Tierra, tal como cuenta la película “Avatar”de James Cameron, y Pandora una de sus lunas,  en la que en el año 2154 sucede la historia que cuenta la película. En esta luna, en la que habitan los navi, los terrícolas han descubierto un mineral, el unobtaniumm, que es de una gran superconductividad lo que le hace muy codiciado para ellos. Han instalado allí una base científico militar para realizar su extracción en un sorprendente entorno que resulta fascinante por su riqueza vegetal y animal.





Angyangela  consideró que estaba en disposición de hacer el viaje y me condujo a descubrir y recorrer Pandora. (Se recomienda verlo a toda pantalla y una cadencia de 7 segundos)

martes, 18 de diciembre de 2012

VIDEOS SOBRE DIOTIMA R&D DE MAR SHILOVA

Estos son los videos sobre temas de Diotima R&D  realizados por Mar Shilova que puedes ver:



Carnaval Veneciano Diotima
httpwww.youtube.comwatchv=JkijCTU5Bk8&feature=channel

Laberintos de Luz  de  Red Bikcin
httpwww.youtube.comwatchv=new1J1oRmYI&feature=youtu.be

El universo Cortazar. Por Kar Gabilondo
httpwww.youtube.comwatchv=JvYRO7w39os&feature=youtu.be

La bordadora de Puente Pynos- Performance por Kar Gabilondo
httpwww.youtube.comwatchv=5tUt54Hgzsw&feature=youtu.be

Cumple de Darknes Payne
httpwww.youtube.comwatchv=Zht0LT6FhuQ&feature=channel

Macroconcierto de Bon Jovi
httpwww.youtube.comwatchv=NOOyALyd7us&feature=channel

jueves, 22 de noviembre de 2012

DON JUAN TENORIO DE JOSE ZORRILA EN SL

En la noche del lunes 29 de Octubre de 2012 el escenario del Gran Teatro Rojo, en el sim de Diotima R&D, subió si telón para la tradicional representación en esta fechas del D. Juan Tenorio de José Zorrilla, que se representaba así por vez primera en SL. La CAP puso en escena esta particular versión adaptada por Red Bikcin y Kar Gabilondo, con todo el elenco de la Compañía de Arte Parábola: El propio Kar, Mar Shilova, Ausente Ate y Manuel Kowaslki, en una singular representación que sobresalió por su escenografía, cuidada y acertada para recoger tan singulares ambientes, su vestuario y sus acompañamientos y montaje musicales. Lograron un espectáculo que maravilló a los espectadores, que expresaron su satisfacción en interminables aplausos. El siguiente álbum recoge los momentos más destacados de la obra con fotografías de Namarya Xue y Lluis Pau

miércoles, 25 de julio de 2012

ENCRUCIJADA DE AMORES DE RED BIKCIN


 Encrucijada de Amores, obra de teatro escrita por Red Bikcin, y protagonizada por la compañia de teatro CAP fue estrenada el 23 de julio de 2012 en  el teatro La Corrala de Diotima R&D.

martes, 19 de junio de 2012

IMPULSOS ANCESTRALES Y EL COMPORTAMIENTO BDSM



En el ciclo BDSM OTRA MIRADA, en su última mesa redonda que tuvo lugar la semana pasada, por problemas de horarios no pudo efectuar su intervención Laslibra Galaxy. Para subsanar esta falta y dado el interés de su intervención , que abordaba el tema  de BDSM  cubriendo los puntos de vista general, neurobiológico, psicológico, social, espiritual, y otra vez general, para terminar, reproducimos su ponencia a continuación.
Quien tenga interés por algún detalle de su exposición puede acudir directamente a Laslibra que con  gusto atenderá su petición



IMPULSOS ANCESTRALES Y EL COMPORTAMIENTO BDSM
Por  Laslibra Galaxy. 2012

BDSM es algo más o menos nuevo en mi vida, lo conocí aquí en SL y aquí solamente  lo he experimentado. El tema no es nuevo, de hecho aquí en San Francisco, USA,  se ha practicado por bastante tiempo especialmente en los círculos gay y de lesbianas.
Hablare del tema cubriendo los puntos de vista general, neurobiológico, psicológico, social, espiritual, y otra vez general, para terminar.
En lo general  puedo decir que detrás del comportamiento BDSM en cada ser humano existen impulsos ancestrales y universales  de expansión, de agregación, de exploración,  de completidad, de seguridad,  de libertad, de totalidad, etc. que explican su dinámica. Ahora, esto no significa que una obtenga estas cualidades al practicar BDSM, ya que estos impulsos cualitativos solo explican su energía, su motor originario; pero lo que si se logra con el BDSM es una simulación de estas cualidades.
 Por ejemplo,  cuando una  dominante está en control, que es el resultado de querer expandirse, de totalidad, esta trata de hacer de la sumisa parte de ella, y entre más control, más es la sensación de haber asimilado a la sumisa,  como también la sensación de expansión de si misma, de fusión.  Y por su parte,  el comportamiento de la sumisa  al dejarse controlar,  al dejar de ser ella, y ser parte de la dominante, se explicaría últimamente como resultado de querer libertad, de expandirse, de comunión, de ‘morir’ para liberarse, de buscar totalidad. Pero como dije antes estos impulsos ancestrales aunque genuinos su expresión termina siendo solo una simulación. Y esto es muy importante que se tenga en cuanta al explorar las actividades de BDSM.
Por esto, siento que es posible producir estas cualidades originarias siempre y cuando se logre  ir más allá de toda virtualidad.  En este contexto,  el BDSM practicado en un mundo virtual puede vivirse como una oportunidad para, no sólo aprender acerca de estas fuerzas básicas universales, sino también para ver donde la virtualidad es una limitante para la realización de las mismas, este hecho también se aplica a la vida real ya que la mayoría de nuestra vida real esta mas bien dominada por el mundo virtual, el mundo de la mente como conocimiento, imagen, creencia. 
En lo neurobiológico el impulso sexual, el querer vincularse, enamorarse, son también básicamente actos de expansión, actos de querer sumarse, esto se expresa por ejemplo, en el plantar la ‘semilla’ de la reproducción, en el permitir más ‘terreno’ dado por el útero receptivo, o en el fusionarse en un orgasmo o en el enamorarse, o en el buscar un sentimiento de comunión mutua.
 Todos estos complejos comportamientos se originan en el cerebro y su mente. Un cerebro/mente que además de ser ancestral tiene plasticidad. Plasticidad significa que la estructura y función del cerebro  no son fijos. Y en este sentido nuestro cerebro, nuestra mente tiene una libertad básica importante.
Ahora, siendo el BDSM una mezcla placer, dolor, apego, aprehensión, temor, poder, castigo, neuro-biologicamente y en general, es el circuito de placer del cerebro el que es activado. Varias regiones de este circuito o red del cerebro se activan. Este circuito comienza con las neuronas de la región Area Tegmental Central (VTA o ATV) que se comunican (vía impulsos eléctricos)con otras áreas como el Núcleo Acumben, el Estriatum Dorsal, la Corteza Prefrontal, la Amígdala, el Hipocampos. Este proceso activado al final libera Dopamina (un neurotransmitidor químico), la dopamina conecta con receptores de dopamina en otras neuronas. Además, El ATV recibe impulsos excitatorios (Glutamato) de la Corteza Prefrontal y inhibitorios (del neurotransmitidor GABA), del Núcleo Acumben. También hay comunicación con la Corteza Anterior Cingulada.  Todo este circuito es muy complejo pero basicaménte genera placer, genera hábitos que se aprenden a través del proceso compensatorio del placer o sentimientos positivos. La dopamina se recicla y al hacerlo, el proceso produce un circulo del placer, memoria, hábitos, etc.
El temor por otra parte produce  neurotransmitidores como la adrenalina y también endomorfinas (estas estimulan confort y placer, atracción sexual). El temor esta conectado con la amígdala, la amígdala esta envuelta en el círculo del placer. La adrenalina también aumenta el impulso sexual. La dopamina por otra parte, esta ligada al orgasmo. La oxitocina (principalmente en mujeres) y la vasopresina ( principalmente en hombres) están conectadas al sentimiento de confort , de comunión.  Todo esto es parte de la complejidad de cómo el cerebro puede generar el sentimiento paradójico de sensaciones opuestas, placer, dolor, control, sumisión y últimamente derivado del impulso de expandirse y fusionarse. Para aclarar, son los receptores post-synácticos, de las células cerebrales, los que reciben estos químicos y son su activación, su densidad de respuesta (mediado y controlado por diferentes regiones y en lo virtual principalmente por la corteza pre-frontal)  lo que también explican la plasticidad del cerebro y su paradoja de sentir sensaciones opuestas.
En lo psicológico como dije antes, su base es el impulso de ser total, de libertad total, y esto nos envuelve en explorar, en buscar. Pero ya que el explorar, el buscar, a nivel virtual es mas fácil para el cerebro este se hace predominante. Este dominio de lo virtual o mental simulado genera químicos e impulsos eléctricos que nos hacen creer que lo virtual o mental simulado no es tal, que es tan real como los químicos que lo apoyan. Pero esto no es el caso, lo virtual es virtual, lo simulado , simulado, y el confundirse a este nivel genera todo tipo de problemas psicológicos.
Y finalmente en lo espiritual, volvemos a los impulsos originales, de libertad de ser, de expansión, son estos impulso bioculturales los que nos hacen buscar estas experiencias, y son estos impulsos, fuerzas, las que deben examinarse en forma cabal, para vivir mas plenamente. No rechazar la exploración virtual o simulada pero mas bien entenderla completamente, comprender su limitación. Y es precisamente esta comprensión la que nos libera y nos da salud mental. Y más aún, nos activa áreas del cerebro nunca antes exploradas ya que el cerebro se libera, se expande cuando encuentra coherencia, cuando se enfrenta a lo actual y su reto infinito, y este encuentro de profundidad evoca y despierta su lucidez, su sabiduría.
En resumen, practiquen o practicad todo, explorad o exploren todo, especialmente dentro de un ambiente seguro, ( la virtualidad es relativamente segura, pueden haber niveles psicosomáticos perturbadores si no se explora con una mente abierta, con cierta prudencia) de mutuo acuerdo, de mutua integridad, ya que creo es esencial para entender el BDSM y sus impulsos ancestrales, experimenten, experimentad con ello pero entiendan su limitación, su constante simulación.  Este entendimiento cabal es ciertamente liberador.








domingo, 17 de junio de 2012

FINAL. I CONCURSO LSD DE MICRORELATOS

Mar Shilova con parte de los autores/as y participantes en la última gala

Al final, el I Concurso de microrrelatos de Diotima, Leyendo sueños Diotima, ha tenido mucho más éxito de lo esperado. Y ha sido así gracias a la labor de nuestros autores y autoras que nos han llenado de ilusión al regalarnos sus relatos.
Hemos tenido un ganador. El que a lo largo de todo el concurso, ha conseguido con su relato la mayor puntuación. Era el relato de Kar Gabilondo titulado “La espera”, que en la primera semana consiguió 25.5 puntos.
El segundo clasificado ha sido Cool Vella, que consiguió 24.9 puntos con su relato “Un guiño a dada”.
Y la tercera clasificada es Natalia Ectonite que con el relato titulado “Alucinación” ha logrado 24.30 puntos.

Además hay que hacer justa mención de otro ganador, Cool Vella,  que  ha alcanzado un gran logro:  en todas las semanas que ha participado ha conseguido colocar sus cuentos en primer lugar.

La dirección de Diotima R$D y las organizadoras del concurso queremos dar las gracias  a todos los autores y autoras que nos han ayudado a llevar adelante este concurso. Sus nombres son ademas de los tres ya citados:

Algezares Magic  
Yunus Nyn
Kira Magic 
Marc Gene   
Adaquin mocha
Manuel Kowlasky
Alhadia  
Josie Athens  
Anita Babii
Marieli Uriza 

Las juezas, que tanto han sufrido :-D

Namarya Xue

Momi Barbosa

Red Bikcin

Y yo misma como directora del evento, Mar Shilova.

Red Bikcin ha querido dedicarnos también unas palabras de despedida de esta primera edición del certamen:

Hola otra vez. En nombre de Diotima Editorial queria decir unas frases de agradecimiento....
Agradecimiento a los escritores que han participado en el concurso de minicuentos desplegando siempre una calidad literaria que ha servido para deleitarnos a todos....
Agradecimiento a aquellas personas que sin participar directamente han asistido a las lecturas...
Y agradecimiento Mar Shilova que ha dirigido y presentado el certámen de una manera perfecta...
Tambien os diré , que en vista del éxito obtenido, es intencion hacer nuevas convocatorias de este concurso en el futuro, y que las mismas seran comunicadas a su debida tiempo.
Y finalmente os anuncio que la intencion de Diotima Editorial es publicar todos los cuentos presentados en el próximo mes de Julio, dado que la gran calidad de los mismos haría muy doloroso el realizar una seleccion. Eso si, en las paginas del libro se hara mencion a los premios obtenidos.
Y nada mas. Solo daros tambien las gracias por vuestra atencion.
Red.

Muchas gracias. Les esperamos en la próxima edición.

SEMANA 6. I CONCURSO LSD DE MICRORELATOS


Alge, Nama y Red




Buenas noches señoras y señores. Como en todo buen concurso, hemos llegado al final del camino. Han sido seis semanas intensas donde se ha demostrado que el placer por escribir una historia no tiene nada que ver con la  remuneración en metálico, y  así  las autoras y autores  nos han regalado generosamente el placer de leer sus historias en público cada miércoles.
Nuestros artistas han demostrado una imaginación desbordante al ser capaces de crear una historia a partir de una frase que les ha sido entregada cada semana. Frases tan distintas entre si que iban desde el agua que caía a calderadas en nuestra cabeza a entrenarse para estar muertos. De ver unos números tatuados en una muñeca a no ver nada a través de una ventana. O de arrastrar los pies a una frase copiada de la novela de charles Dickens “Historia de dos ciudades”.
Pero de todas han salido airosos y nos han contado su visión de la historia. Y lo han hecho tan bien, que como no me he cansado de repetir todas las semanas, el jurado ha tenido problemas para puntuar.
Quiero reiterar el modo en que se han llevado a cabo las puntuaciones, algo que ya contamos en la primera gala, pero que no esta de mas recordar. Todos los relatos se me han enviado a mí. Después de comprobar que estaba todo correcto, el día antes de la gala he copiado todos los relatos en una notecard sin el nombre del autor/a y se los he entregado al jurado, quien a su vez me los ha devuelto puntuados sin saber en ningún momento quien los había escrito.
Ahora vamos a proceder a la lectura de los relatos de hoy y al término de la misma daremos los ganadores de la semana, así como los tres primeros ganadores de todo el concurso. Y una mención especial a todos los escritores sea cual sea la posición final porque  a decir verdad, no importa si uno ha recibido mas puntos que otro, son todos iguales de ganadores porque han escrito los relatos con la misma ilusión.

                                                                                            Mar Shilova
                                                                                            Directora

 *****

Título: Mezclando tiempos
Autor: Cool Vella. Puntuación: 24.3

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. Cuando él la sonreía, cuando la acariciaba tierno, cuando escuchaba palabras dulces que él dejaba resbalar en su oído, susurradas. Era el mejor de los tiempos cuando le despertaba su beso, cuando se fundían en un grito único que entregaba los cuerpos. Cuando volvía sombrío, con aquel brillo ebrio en los ojos, cuando el grito sustituía el susurro y el insulto a la palabra tierna, el cielo se hacía infierno y era el peor de los tiempos el que tocaba vivir.
Ella olvidaba lo malo y consolaba su vida con el mejor recuerdo.
Ese brillo loco en sus ojos. A tantos insultos siguió algún zarandeo y al final, el primer golpe. Sólo una cachetada que fue sin querer, porque se le fue la mano. Se le fue una segunda vez y luego otra y otra más. Ella dejó de contarlas. Él siempre volvía con lágrimas y algunas flores, con promesas de nunca más y con aquella mirada tierna que la hacía perdonar. Eran tiempos malos, eran buenos tiempos. Eran golpes, llantos, lágrimas, perdones y besos.
Ella perdonaba lo malo y consagraba su vida a aquel hombre fiero.
Los días, los tiempos mejores y peores van desfilando mezclados. Cada vez menos susurros, más brillos ebrios, más golpes, menos flores y ningún beso. Ella se ahoga en lágrimas y él ya no llora después. De aquel fundirse juntos nada más queda el abuso hecho sexo.
Hoy la vino a pegar otra vez. Sin querer se le fue la mano y clavó en su pecho el cuchillo con el que cocinaba para él.
Ya hizo la llamada, ahora habrá que contar. Será complicado explicar.
Mientras espera, no siente dolor, ni miedo. Suspiró aliviada.
¡Será el mejor de los tiempos!
*****

Título: Consuelo y sobriedad
Autor: Algezares Magic. Puntuación: 23.65

  Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la incertidumbre cubrió las mejillas de aquella mujer sumergida en el manto sublime de la desesperanza y la traición...... El sesgo que fundía su alma no podía sin más desaparecer en la monogamia a la que estaba aprisionada
Aquella gacela en cuyo salto esotérico atrapaba las miradas de los depredadores que
zarandeaban los vasos de Whisky de forma grosera y pululante absorbía los caminos de la ambigüedad y la desesperanza.
Una vez más, el niño que siempre quiso tener, rompió a llorar, en su mente se describía un mundo lleno de sospechas, de fantasmas y tinieblas que alimentaban la desazón que la destruía....
Aquella clara serenidad de la oscuridad en la noche, seducía sus ojos ensangrentados en ansias de venganza..... No podía continuar así y sin embargo una fuerza misteriosa la obligaba a seguir.
Fue cuando recordó las misteriosas palabras de aquella vieja en el pórtico de la catedral... "Que los dragones de gargantas incandescentes que cuidaron de nuestra idiosincrasia remuevan las telarañas de aquellos que osaron usurpar lugares que no les corresponden".
Finalmente pateó la silla y se sumergió en el baile cansino, monótono pero implacable que se llevaba su vida hacia un descanso merecido y eterno.
*****

Título: Puesta de sol
Autor: Cool Vella. Puntuación: 23.6

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. Sentado en aquella mesa, sintiendo la brisa del mar en su rostro y observando el bello declinar del Sol en sus ahora tranquilas aguas, quiso dejarse llevar en un repaso nostálgico.
Encendió con parsimonia, en repetición de ritual tan aprendido que no precisaba atención, un cigarrillo más. Aspiro profundo y tranquilo hasta sentir ese regusto más imaginario que real. Se sintió relajado y, si no feliz, que es palabra mayor, al menos razonablemente tranquilo.
Tiempos buenos y otros malos. Sin duda ha habido de los dos. Mi caminar ya no es paseo y, tal vez, se acerca, como ese sol, a su punto final. Ésta es la reflexión que quiero plantear: ¿cuál fue de todos ellos el mejor, cuál el peor?
Mientras prosigo ese fumar que es también bella y útil excusa para dejarse llevar, voy revisando una vida que tuvo ya niñez, adolescencia, juventud y madurez. Voy desgranando imágenes, sonidos, sabores, olores y hasta muchos roces que fueron tacto. Recuerdo pasiones, amores, odios, risas y llantos. Es todo un desfile multicolor, variado y desordenado. Son muchos trozos, fragmentos mentirosos de una vida que es siempre continua. Es, mi repaso, una disección forzada de un todo que no es la suma de sus pedazos.
Todo llega a su fin. Apago en el humilde cenicero aquello que ya no puede ser fumado. Suspiro profundo, ya sin humo, pero también relajado. Es todo eso que he recordado, aquello que queda de una vida o después de ella, todo muy entrelazado. Todo eso que aún despierta el recuerdo y todo aquello que quedó olvidado. Todo era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos también. Todo porque fue.
En el horizonte el Sol dijo adiós.
*****

Título: Betlem campanas de Betlem que los angeles tocan...
Autor: Kiranha Magic. Puntuación: 23.55

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos.
Navidad.. Si no fuera por la tradición de sentar un pobre en la mesa, emigraría a algun país  lejano y agnóstico.
El del pasado año, comió de postres un trocito de turrón duro. Solo tenía tres dientes desalineados. Vivió en casa............. hasta Reyes. “Nunca tiro nada”, repetía. Le regalamos una licuadora, y se marchó a un albergue de Cáritas.
Quedamos las tres intendentes de sueños en un café del Passeig de Gràcia para repartirnos las compras,. Desayunados nueve croissants con café espeso y negro, comenzamos la batida.
Me tocó comprar el regalo de la sobrina más pija. Tenía 3 pistas. Boulevard Rosa, Corty y Calzedonia. En el Boulevard colgaba la gente de las lámparas. Fuí al Corty. Me riñó un comercial por llegar tres meses tarde.
Sigo por Portal de l’Angel. Seríamos ocho pies por metro cuadrado. Cuido de no pisar ninguno de los otros seis, y que estos no me dejen los míos planos. Estaba por ponerme casco y abrime paso a cabezazos. Me paro. He de ir hacía la izquierda. Aprovecho que vienen de frente un ciego y un cojo. El ciego me esquiva, el cojo llegó tarde.
Llegué a la cola. Trescientas dos personas. Sacan dos cajeras en ambulancia. Una por ataque de sudoración...............deshidratada, la otra con artrosis electromagnética en las manos. Pregunto a un segurata por las dependientas. Responde........... todas en el excusado, presas de un ataque de pánico.
Busqué la talla....... 36, 40,..............¿ y la 38?. La llevaba en mano una señora con michelines y años. Intento sobornarla. No se deja. Se la descuido por una 48. Pensé............ solo ve por un ojo miope, si no es para su nieta, será para su vecina.
Llegué a casa extenuada, y me dí un baño.
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Título: Dicotomia
Autor: Marc Gene. Puntuación: 23.3

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. Era el mejor cuando bailaban en algún palacio precioso, ambos con trajes de ensueño y la mejor de las sonrisas en su cara. Era el peor cuando solo se hablaban en la mesa para darse las gracias al pasarse el pan. Era el mejor cuando se amaban en una isla de arenas blancas, salpicados los cuerpos por el mar, Era el peor cuando se acostaban en la misma cama, y se daban las buenas noches, uno en Tarifa y el otro en Irun, sin posible comunicación. Era el mejor cuando asistían a conciertos en los que disfrutaban como cuando eran más jóvenes. Era el peor cuando los días pasaban monótonos y grises, ella en el salón, él su despacho, sin broncas pero sin vida. Era el mejor cuando hablaban de proyectos futuros, de cosas por hacer. Era el peor cuando no había ningún proyecto en común desde hacía mucho tiempo ya.
Y sin embargo, ambos coincidían en el mismo mejor y peor tiempo. ¿Lo sabrían?
*****

Título: Estoy caliente
Autor: Natalia Ectonite. Puntuación: 23.2

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos,  tenía esa idea en mi mente cuando un repentino sonido me saco de golpe de mis pensamientos, entraste serio, todo un señor, abre me dijiste,
¿Qué  sientes? Preguntaste como sí me analizaras.
-Siento mi cuerpo arder, respondo tímidamente, mientras mi mente te responde de una manera mucho más completa, cada molécula de mi cuerpo está en llamas, me pongo húmeda,  mi piel se eriza al más mínimo contacto con la sabanas… inhiestos pechos le dan la bienvenida a tus heladas manos, que son para una refrescante lluvia de verano, mis muslos juguetean entre las sabanas, tan calientes como yo, mientras me ordenas quedarme quieta y abrir la boca, sin dulzura introduces un cuerpo entraño en esa pequeña cavidad, mi lengua juguetea libre caliente también, lo metes hasta el fondo, rápido y fuerte, mientras mi cuerpo continua perlándose,  mientras mi piel continua ardiendo, mis mejillas se sonrojan mi respiración se dificulta, y sigo ardiendo, me ordenas sacarme la blusa y voltearme, siento tu presencia tras de mí, tus manos en mi espalda, en mi pecho, me pides toser, me pides gemir.
Sientes mi corazón acelerado en tus manos,  me recuestas y me ves, caliente a más no poder, entrecerrar mis ojos, y perderme en mi calentura.
Y tú ordenas sin más, emergencia, la hay que bajar la fiebre, mientras que desconocidas enfermeras me conectan vías de liquido vital, para bajar mi calentura.
Ya recordé porque era el peor de los tiempos, suspiro resignada, supongo que estar caliente no siempre es bueno, ya me torceré una pierna la próxima semana, pienso mientras le veo irse.
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Título: El traje
Autor: Natalia Ectonite. Puntuación: 23.3

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos… la miraba pensativa mientras la acompañaba.
¿Él me ama, verdad?, preguntaba sonriente e ilusionada, mientras la mujer paciente le colocaba el magnífico traje blanco, toda una maravilla de diseño, la chica emocionada se dejaba acomodar dócilmente, la peinaron y sonría, entrecerró sus ojo, respiro profundo y en su mente bailo con él una vez vas.
-          ¿Sientes mi mano, como te toca suavemente para guiar ese movimiento? Preguntaba el hombre, si amor, respondía ilusionada, mientras suspiros contenidos emocionaban a aquellos que la ayudaban a vestirse para el gran día.
La música clásica inundaba la estancia, ella nerviosa se puso de pie, la corte se colocó a su lado, y la acompañaron en ese largo corredor que más de alguna vez hemos visto en las películas, ella avanzaba radiante, con su traje blanco prístino, un paso, luego otro, una pausa, paso, pausa, paso, pausa. Hasta que las puertas se abrieron con sordo estruendo, una claridad la cegó, aun así, confiada dio ese paso decisivo, la puerta se cerró tras ella, mientras que por la rendija las enfermeras la miraban con tristeza, con las manos atadas a la espalda por su traje danzaba una y mil veces.
¿Qué opinas hermanito, te gusta?- Ups, esa es mi propia alucinación.
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Título: Un padre y un hijo
Autor: Adaquin Mocha. Puntuación: 22.15

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. A esta conclusión llegaban padre e hijo, ambos pastores, en esa charla nocturna. La vida tiene de todo y todo debe ser aceptado con el mejor talante. Nada es eterno. En su familia la cría y cuidado de ganado había sido la ocupación diaria y eterna. El padre, a sabiendas de que su hijo estaba a las últimas de las noticias de la capital, y aprovechando la confianza que dan las vigilias veraniegas le preguntó a su hijo… ¿qué es un Homosexual?, el hijo le respondió que es una persona como ellos dos, sólo que tiene su mirada puesta en los hombre para las cosas del amor y de la familia, que suelen ser personas ordenadas y que a pesar de no poder procrear gustan de adoptar. El padre se quedó pensativo con la respuesta y preguntó… ¿qué era un Gay?, el hijo le respondió que al igual que los homosexuales, ellos también ponen su mirada en las personas de su mismo sexo para las cosas del corazón, sólo que son más promiscuos y no suelen pensar, de la misma manera que los homosexuales, en la familia y en la adopción, que tenían un simpar gusto para la decoración y el diseño y que solían ser personas, como los homosexuales, muy educadas. El padre se quedó también pensativo con las respuesta, como si la mascullara. Por último, sin dejar de mirar las estrellas, preguntó a su hijo… ¿y una maricona? El hijo se incorporó y le respondió.
- Una maricona es uno que quiere que el Betis baje a segunda división.                     
*****

Título: En la calle llovía
Autor: Kiranha Magic. Puntuación: 21.8

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos.
Desde la ventana contemplaba el mundo. Una alba fría y gris me alumbraba. Nada se agitaba en mi alma, fuera de una sensibilidad sin amor, cruel y fría. Mi niñez estaba muerta, o quizás perdida. Estaba derivando a estas alturas de mi vida, como la cáscara estéril de la Luna que se iba.
¿Venía mi palidez de aquel hastío, de trepar por cielos subjetivos observando el mundo desde mis ojos, errantes y solitarios?
Me humillé entre las sombras de mis pensamientos, abatiéndome ante el respeto hacia la divinidad que había creado todas las cosas y todos los hombres. ¿Como me llegó aquel pensamiento?
Doblegada y rendida en mis propias tinieblas, rogué en silencio a aquel angel perdido, que en la infancia me guardaba de todos los infortunios. Pedí que apartara con su espada, el demonio que susurraba en mis oídos.
Abrí la ventana. Un viento cortante entró por ella. Me vestí y salí a la calle. Llovía. Caminé por calles sucias, tristes y solitarias, subiendo hasta la torre más alta de aquella ciudad lúgubre y sombría.
Desde allí ví mi inutil aislamiento. Nunca me aproximé a ninguna de esas vidas que llenaban casas vacías, ni supe hechar un puente sobre el abismo de rencor y de vergüenza que de ellas me separaba.
¡¡ Cuán necio había sido mi intento !!. Había tratado de construir un dique de orden y elegancia, contra la sórdida marea de la vida que me rodeaba y contener así mi marejada interior por medio de reglas de conducta ajenas al lugar donde vivía.
Todo inútil. Mi mar de sentimientos, saltó por encima de mis frágiles barreras
Solo me quedaba saltar a ese pozo negro que es el olvido. Así lo hice, ...................mientras llovía.
*****

Título: Mi secreto
Autor: Natalia Ectonite. Puntuación: 21.5

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, dependía  como siempre desde el punto de vista que se mirara.
Mi vida era estupenda vista desde afuera,  buen trabajo, reconocimiento profesional, dinero, no podía ser mejor, pero entonces a qué se debía esa sensación de vacío interior, esa que solo tu presencia superior puede llenar.
Tengo un secreto, es inevitable él lo supo apenas me vio,
-¿eres sumisa? Me pregunto serio, sabía que había mucho más en esa pregunta que en todo lo que habíamos hablado, y ahí estaba frente a su poderosa mirada preguntándome de que hablaba, cabe destacar que hasta esa fecha no tenía idea de que era una sumisa, esas ideas eran tabo dentro de un hogar religiosamente instaurado.
Poco a poco fuiste guiándome por este mundo, me diste a leer libros, me hablaste de esto sin ninguna emoción, pero mi corazón se rendía a ti, sin darme cuenta comencé a seguirte, a necesitarte a estar perdida sin ti.
Eras mi Amo, sabía que eso no era así, lo que decía la literatura y sin embargo me sentía tan tuya y a la vez tan de nadie.
Muchos meses han pasados entre de premios y castigos, ahora miro con devoción a mi Amo, es el mejor de los tiempos, llevo sus marcas y tu collar. Soy una mujer con un secreto, soy sumisa, soy suya y no pretendo nada más. Pero cuando debo ponerme de pie, bueno, nadie dijo que fuera fácil, pero sin duda lo vale.
*****



sábado, 16 de junio de 2012

SEMANA 5. I CONCURSO LSD DE MICRORELATOS





 Quinta semana de concurso al rojo vivo. La frase de la semana 5 era: Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos. 
A continuación el discurso de presentacion y los relatos que concursaban:
Muy buenas noches señoras y señores...
Desde muy pequeña he tenido pasión por la Literatura. Mi abuela me solía contar cuentos de su tierra, Melilla, casi siempre de miedo. Yo le cogía la mano y le pedía -Yaya, ¿me cuentas un cuento? Y ella empezaba con la frase mágica… Erase una vez…
Nosotros hemos tenido otra frase mágica para empezar los relatos esta semana, la número 5 desde que empezó el concurso de relatos de Diotima. Nuestra frase era “Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos”. Era todo un reto para nuestros escritores que sin embargo han vuelto a hacerlo. Han vuelto a conseguir darnos cada uno una visión distinta y a cual mejor.
Se que soy muy reiterativa cuando os digo que el jurado lo pasa mal para puntuar los cuentos pero es que es la verdad. Aquí tenéis el comentario de uno de ellos al pasarme las puntuaciones:
"Mar no sirvo para jurado. Sufro mucho repartiendo puntos (décimas mas bien) porque el nivel sigue siendo muy alto."
***
Por ser la ultima semana del concurso de relatos Diotima, la frase de la semana seis tiene  que estar a la altura de nuestro certamen. Se la he pedido prestada a un grandísimo escritor de la era victoriana, que estoy segura todos/as conocéis… Charles Dickens. De la novela “Historia de dos ciudades”.
La frase es:
"Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos"
Y nada mas, esperamos vuestro relatos.  Suerte a todo.
                                                                                                 Mar Shilova
                                                                                                 Directora

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Sin más dilación, vamos a presentar los relatos de esta semana, como siempre el primero el ganador.





Título:Un guiño a dadá
Autor: Cool Vella. Puntuación: 24.9

Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos. Ya suenan los acerados cascos de los corceles. Y una Reina gorda da de beber a mil truhanes enseñándoles con descaro su profundo, fláccido y viejo escote. En él más de diez legiones bebieron. Destruye con su descarada risa todos los miedos. En una esquina, sola y desamparada, la niña que aún no es doncella, llora hecha ganas y desamparo. En un rincón miro abatido.
Mil muertos que no se dejan morir. Un recién nacido que no quiere nacer y llora. Dos nalgadas bien dadas y un primer llanto. Una madre que no sabe qué mirar. Una matrona que no sabe qué mostrar. En una esquina, acorralado por una voraz suegra, el padre se pierde. En un rincón miro sorprendido.
El roncar sombrío del moribundo que se deja morir en manos de la más experta de las rameras. Esa risa fácil que dejé caer o la lágrima que me ahogó en un vaso de agua que sólo dejaba un sorbo. Muchos deseos frustrados como lo es una noche de hastío o una velada de velar al muerto entre los ciegos que no aprendieron a hablar. Un sarcasmo que nada más me dije yo, sin rival, sin víctima, sin nadie más para reír. En un rincón escucho sin oír.
Ya me dejo morir. Ya mato el consuelo y, de paso, también te mato a ti. Me dejo morir lento. Te mato de cansancio, de ese que es aburrido, que no quiere decir nada, ni lo sabe ni quiere saber. Morimos vencidos, uno y otra, por los pies. En un rincón la Reina cortesana, la madre, el padre, la suegra, el niño, la noche, mil muertos, tú y yo… nos dejamos morir de risa, sentados, por los pies cansados.

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Título: Mío
Autor: Natalia Ectonite. Puntuación: 23.6

Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos, resistió lo mas que pudo, mi acoso, mi casería, mi deseo, apenas lo vi lo quise, supe que sería mío, deseaba poseerlo, domarlo, cabalgarlo, enseñarle quien mandaba.
Fue amor a primera vista, sus cabellos dorados, salvajes esas piernas bestiales, como nunca antes, quise poseerlo, sería la primera vez que fuera tan directamente sobre uno de su especie.
Intente muchos medios, hablarle, largas y tendidas horas, pero el muy desgraciado me rechazaba, luego intente llevarle regalos, pero se los comía con gula y se reía de mi.
Finalmente no resistí más, la fusta tiritaba en mi mano, toda yo tiritaba, le sorprendió mi presencia en esas imponentes botas de cuero, esa pequeña varita en mi mano,  me miro como si fuera una broma. Pero no bromeo con lo que quiero.
Rápidamente lo monte, fue brutal, saltos, gritos, casi me vence, pero no… ningún caballo por muy pura sangre que sea se me resistirá y aquí estoy ahora a paso lento y seguro, con un bello trote, triunfante, en Mío.

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Título: Punto final
Autor: Cool Vella. Puntuación: 23.5

Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos.
Una detrás de otra, no todas juntas, en grupos de diversa longitud o multitud. Así caminan en negro sobre blanco. Hechas una hilera. Unidas de la mano. Avanzan lentas proclamando el costoso esfuerzo que es ser, casi se arrastran.
“Estoy cansado, muy cansado y muy triste. No soy feliz. Ni creo que esto vaya a mejorar. No hay segundas vidas. No hay regalos. No hay nuevas oportunidades. No hay nada mañana que sea diferente de lo que hubo ayer. No habrá nada. Nunca jamás. En lo más profundo de mí lo sé. El no quererlo reconocer es una cuidada mezcla de miedo y esa última desesperación que es el no querer saber.”
Así se dibuja su caminar.
Atrás, muy atrás quedó esa primera rima de métrica ortodoxa y cuidada que dejé resbalar sobre el papel. Recuerdo casi perdido en una adolescencia que quería decir adiós a la infancia y era despertar a una juventud llena de ilusión. Verso infantil.
Atrás quedaron pasiones, fuego, deseo.
Eran tiempos de musa y fuerza. También surgían una detrás de otra, pero eran torbellino, eran borbotón, vida. Pujaban unas contra otras por plasmarse la primera en ese blanco, casi sin tiempo para la reflexión. Su caminar era galope. Sus pasos sabían a ese grito alegre de la victoria.
Ahora, desprovisto de la última esperanza, las dejo salir de mis manos o las fuerzo a ello por un hábito que hizo de la costumbre necesidad. El ruido de mis palabras sobre el papel ya no es canto, tan solo un arrastrar de pies vencidos. Es una lenta procesión que se exprime dolorosa.
Pero aún vencidas y lentas, aún tristes y desesperadas, desilusionadas y amargas, impotentes, he de dejarlas caminar hasta ese momento del punto final.


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Título: El examen final
Autor: Marc Gene. Puntuación: 23.4

Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos: vienen a por mí. Sigo con la vista fija en el examen, bajo ningún concepto conviene levantarla ahora. Hay que comportarse como si nada ocurriera. Normalidad. Procuro que no me tiemblen las rodillas bajo las cuales sostengo el folio repleto de metáforas inteligentes, hipérboles audaces, y aliteraciones convincentes que necesito para aprobar. ¡Mierda!, se acerca el profesor con ese paso cansado de desgastar las baldosas del suelo, arriba y abajo en cada explicación. Veo sus zapatos a mi lado. Se detiene un minuto que se me hace interminable: el bolígrafo apoyado en el papel pero quieto; todos mis músculos tensos, sin moverme casi ni siquiera para respirar. Uf, se ha girado y vuelve a su mesa. No se atreve a mirar entre mis muslos, es pudoroso con las chicas adolescentes. Se levanta de nuevo. Miro de reojo su andar cansado. Se dirige hacia mí, se acerca con gesto difícil. Me ha pillado, estoy segura. Una gota de sudor recorre mi espalda despacito. La siento bajar por la espina dorsal, mojándome la piel lentamente y haciendo que la camiseta se me pegue al cuerpo. Esa gota representa el miedo que siento ante el descubrimiento de mi engaño. Ese miedo que  recorre despacio pero intenso mi cuerpo. Un miedo tibio y pegajoso, como mi propio sudor. Llega a mi lado, siento su mirada sobre mí. Levanta un dedo acusador y se acerca. Todo ha acabado,  no puedo aparentar que no pasa nada, todos los signos me delatan como culpable: mi corazón late desbocado, el rubor en mis mejillas, el sudor frío que recorre mi piel. Tengo ganas de ponerme en pie, de gritar que sí, que soy una copiona, una tramposa cuando... Nos quedamos sin final. El examen es de 300 palabras.


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Título: El crujido

Autor: Kar Gabilondo. Puntuación: 23.1

Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos, cada vez más cerca. Cuando llegan al borde de mi cama, se detienen. Es mi abuela. La tengo aún presente, en camisón blanco y largo, el pelo suelto y despeinado, sin su característico moño. Así se acercaba mi abuela las noches de la semana de fiestas que solía pasar en su casa: daba manotazos sobre mis piernas y muslos para saber si su nieta había llegado o no. Al menos  no me daba con aquel palo con el que le daba al colchón de lana al que trataba como si fuera Lucifer en persona cada mañana, y en el que yo me hundía como si me tumbara en una nube de algodón cada noche

Aquella semana en casa de mi abuela era especial. Yo era una adolescente encantada de perder de vista a mis padres que eran muy estrictos con los horarios. Ella solo me decía que no volviera tarde. Yo regresaba casi de día, lejos de las horas en punto, puesto que de lo contrario, las campanadas de la iglesia me delatarían.

Recorría  con cuidado aquella vieja casa donde no había una sola madera que no crujiese. Pisaba suavemente con el pie derecho, ñiccccc, y mantenía el izquierdo en el aire unos momentos. Silencio. Apoyaba entonces el pie izquierdo, ñeccccc y mantenía el  derecho levantado. Así estaba cuando oí... !!!Ay Faustino!!! No estaba la situación como para reírme de la mención a  mi abuelo-en paz descanse- y que ella me pillara llegando con ese brillo que los nuevos descubrimientos dejan  en la mirada. Me quedé un buen rato a la pata coja  y con los  los brazos en cruz, extendidos para mantener el equilibrio, hasta oír un leve ronquido que, aún hoy, añoro cada día.  


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Título: Jack

Autor: Natalia Ectonite. Puntuación: 22


Ya se oyen esos pasos lentos de pies vencidos. Sus pasos marcaban el paso, de una vida larga, una vida plena, una vida bien vivida, por mucho tiempo sus enemigos no habían podido darle captura, todo  Londres lo busco y nadie jamás puso con la velocidad de sus pasos y la inteligencia de su mente, esa lucidez que tanto enorgullecía… pero ahora, era el verdugo final quien le daba alcance, no podría escapar del juicio del tiempo, y mientras intentaba avanzar más rápido, ya escuchaba las voces de esas asquerosas rameras acercándose, Jack…  ya es hora y esas risas estridentes que le reventaban los tímpanos.
Jack, Jack era como el tic tac de su corazón deteniéndose, pero antes de partir, antes de seguir ese camino, un último placer, se abrió a si mismo, su ultima víctima, la mejor, una sonrisa dolida y el fin.


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viernes, 8 de junio de 2012

SEMANA 4. I CONCURSO LSD DE MICRORELATOS



Cuarta semana del concurso de Microrrelatos Leyendo sueños Diotima (LSD) que en esta edición se celebró en la librería de Diotima en Barcelona Echoes . Esta es la presentación del evento efectuada por su directora Mar Shilova y los relatos que llegaron al certamen.

Hola buenas noches a todos y a todas
Como en cualquier competición de la categoría de la nuestra, vamos llegando al final del camino. Pero tengo una buena noticia para todos. El concurso se va a alargar dos semanas, porque nos es imposible cortar ahora que todos estamos tan animados.
He de decir que es un placer ver el nivel de los participantes que es elevadísimo, y que el entusiasmo demostrado por todas las amigas y amigos de Diotima es tan grande que nos llena de verdadero orgullo para seguir adelante con el concurso.
Hoy vamos a presentar diez relatos, diez formas distintas de imaginar una historia con un principio idéntico. La frase de la semana era “Y al otro lado de la ventana, nada de nada”. Una frase que siendo neutra, nos permitía fantasear sobre lo que deseamos ver cuando miramos por una ventana.
Así que mejor empezamos con la lectura ya, no os parece?

1.       Título: Divertimento final
              Autor: Cool Vella. Puntuación: 24.45
              Y al otro lado de la ventana, nada de nada. No es que no divisara nada digno de interés o especialmente bello. No era que ante mi vista se extendiera cualquier tipo de superficie amplia y anodina, sin singularidad alguna que sirviera de referencia. Sencillamente, nada. Un vacío absoluto de indefinible color.
Me siento extraordinariamente sobresaltado en esos primeros momentos que siguen al despertar. Miro y veo, en mi muñeca, junto al lugar que suele ocupar el reloj, unos números grabados en mi piel. Una primera secuencia 21022012 que coincide con la fecha. Sobre ella, otra más corta y enigmática: 0550. Las dos se extienden dibujadas en rojo.
Un pensamiento fugaz, pero de extraordinaria claridad: todos los que aquí vienen, mientras desgranaban sus vidas, se entrenaban para estar muertos. Sin duda es éste mi momento y estoy en el inicio después de mi final. Era mi fecha. Era mi hora.
A un primer desasosiego, sigue el miedo, el pavor. A todo esto le sigue la aceptación. Me rindo a la evidencia y empieza a nacer la ansiedad curiosa por aquello que ha de venir o ¿será nada y nada más?
Un estridente zumbido rompe el silencio y despierto. En mi reloj de mesilla estridencia roja luminosa. En la hora 05:50. En la fecha 21/02/2012. Empapado en sudor frío, respiro aliviado. Ha sido sueño, sólo una pesadilla. Ya más tranquilo inicio mi cotidiana rutina.
Al salir a la calle noto una humedad que no es orvallo, chirimiri o calabobos. ¡No! La lluvia era tan espesa, y tan persistente, que parecía ser lanzada con calderos sobre nuestras cabezas por cien manos a la vez. Sin pensármelo dos veces, me zambullo en ella. Me dejo llover, me dejo mojar, me dejo-con una sonrisa tonta de alivio dibujada en mi cara-… ¡Vivir!
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2.       Título: Alucinación
Autor: Natalia ectonite. Puntuación:  24.30                            
       Y al otro lado de la ventana, nada de nada, esa ausencia de vida me asustaba por sobre todas las cosas y me volví a mirar a mi hermano,
Hermano ayúdame, algo anda mal conmigo, te lo juro. Ayúdame
-Conejita, sabes que no puedo tratarte, no sería profesional de mi parte atenderte, un psiquiatra no debe atender a personas  con las que tiene lazos, tú eres mi conejita, yo no podría tratarte
-Por favor, suplique con lagrimas en mis ojos, te juro que algo me pasa, a veces cuando duermo escucho voces, me dicen que despierte, que la realidad me espera, Hermanito, a veces cuando hablamos siento que atan, me duelen las muñecas ¿Qué me pasa?
Me escuchaste analítico, miraste mis ojos, sonreíste dulce y te sentaste a mi lado, recuéstate, dijiste y pusiste tu cara profesional
Hablamos de mis padres, de mis sueños, los rotos, los olvidados, los escondidos y los jamás confesados.
Mientras hablábamos me invadió el terror -hermanito alucino- dame la mano, tu mano sujeto fuertemente la mía, a mi alrededor  todo se volvía blanco, una luz brillante me cegaba y cuando lograba ver, veía figuras  extrañas blancas  -hermanito-  gritaba
– tranquila ya paso
- Tengo miedo, ¿qué fue eso?
Eso es una alucinación, tranquila no es real, yo soy real, me aferre a tu mano y no quise soltarme, las alucinaciones se hacían cada vez más complejas, me veía a veces sujeta por correas, otras sola frente a una extraña ventana. Siempre que venían, tú aparecías, y me decías tranquila ya pasara, descansa en mi que soy real.
Y yo descansaba, pero un día, la alucinación gano y la ventana cerrada frente a mis ojos estalló, tuve miedo y me invadió el dolor, tu mi psiquiatra, mi amigo, mi confidente, mi hermano, eras la alucinación.
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3.       Título: Más convencional
Autor: Cool Vella. Puntuación: 24.10
Y al otro lado de la ventana, nada de nada. Eso se mostraba a mis ojos: la nada o, de forma más correcta y exacta, un desierto de plano pedregal que se extendía hasta el infinito o, mejor dicho, hasta el horizonte, esa línea donde nuestra vista, acostumbrada como nosotros a hacer las cosas pequeñas para que le sean asequibles, se empeña en confundir cielo, mar y tierra.
Pero mi relato no empieza en este punto casi conclusivo, sino unos diez minutos atrás. Fue en ese momento cuando desperté en la habitación en que desde hace un tiempo que no sé con certeza precisar, vivo encerrada. El por qué de mi secuestro y encierro es otra historia que no viene al caso, ni ahora contaré. Baste saber que no he sido maltratada o abusada, salvo si ha de ser así considerada la privación de libertad.
Desperté como cualquier día, pero algo no era igual. En mis muñecas no encontré los grilletes con que habitualmente era asegurada a la cama. Me sorprendió, al igual que el silencio espeso, carente de los escasos y lejanos, pero existentes, sonidos que solía percibir. Me incorporé y, tras un instante de duda, me aventuré a constatar la intuición. Me acerqué a la puerta y comprobé que su manilla se plegaba a mi deseo y se dejaba abrir. Atisbé el lúgubre pasillo y en su fondo una esperanzadora claridad. Me debatí en un mar hecho de miedos y dudas y, al final, avancé.
Con pasos que querían ser precavidos llegué a lo que era un salón sencillo con amplios ventanales en sus dos alejadas paredes. Llena de ansiedad me asomé a la más próxima ventana. Miré.
Puedo luchar contra el miedo, nunca contra el imposible. Sentada en mi cama espero no haber sido abandonada.
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4.       Título: El paseo
Autor: Algezares Magic. Puntuación: 23.70
Y al otro lado de la ventana, nada de nada y sin embargo tenían que estar allí. Aporreó la puerta, chilló, pateó… Su tiempo se acababa y nadie parecía darse cuenta…
Era su paseo rutinario después del desayuno, tenía que verificar unas cuantas cosas y, aunque sólo disponía de 30 minutos, estaba acostumbrado a hacerlo en 15. Como siempre que andaba con prisas, tenía la sensación de que algo se le olvidaba pero hoy sólo sería eso… una sensación propia de la urgencia.
Como hacía siempre al terminar de revisar el perímetro se quedó unos segundos extasiado con el paisaje. Aquella visión colmaba sus anhelos por lo que tan duramente había trabajado, por lo que desde pequeño había soñado y por lo que había perdido a la mujer que quiso…
Estaba empezando a preocuparse pues miraba el reloj y allí nadie aparecía. El mando que accionaba la puerta era lo que se le había olvidado, aquello tan pequeño y tan importante que ingenuamente pensó era otra sensación fallida. Esta vez era real y el tiempo corría…
Gritaba y nadie le oía, no sabía por qué se olvidaron de él. El tiempo corría y amenazaba seriamente su integridad… empezó a angustiarse cuando la respiración se le hizo más pesada. El miedo, la soledad, aquello que tanto amaba le iba a matar…
En la estación espacial, la rutina de otro monótono día había comenzado cuando el comandante inició su paseo. Ellos se afanaban por mantener las constantes de aquel inmenso lugar en algo tan hostil como el espacio exterior…
Sergei se ponía el traje sumido en sus pensamientos. Tenía que salir a revisar el arreglo del día anterior en la antena de  comunicaciones de la estación tan pronto el comandante volviera… y ya debía haber llegado.
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5.       Título: Un juego                                                      
Autor: Cool Vella. Puntuación: 23.65
Y al otro lado de la ventana, nada de nada. Detrás de aquellos vidrios, de aquella preciosa fachada que se conformaba alrededor de su rotunda estructura, no había nada. Si, invitados, nos atrevíamos a flanquear su puerta, en su interior sólo vacío. Un vacío espectacular, rotundo.
Así meditaba mientras observaba sus bellos ojos verdes. Así reflexionaba mientras me detenía contemplativo en la belleza de su rostro, en las elegantes formas no exentas tampoco de aquello que es conveniente para despertar el deseo. Era, sin duda, una mujer extraordinariamente bella y apetecible en lo estrictamente sensorial: sus facciones y aspecto, su aroma, el tacto de su piel, su sabor y hasta el timbre de su voz. Disfruto de ello con deleite y no me avergüenza pregonarlo.
Pero, detrás de todo ello, nada de nada. Ni bueno, ni malo. Ni frío, ni caliente. Ni dulce, ni amargo. Tal vez, por no ser injusto, una mínima capacidad de ser cortés, de saberse comportar, de querer agradar en términos de uso estrictamente social. Unas rutinas, me atrevo a aventurar, mínimamente implantadas y conseguidas más por imitación que por profunda y personal convicción.
Y mientras sigo leyendo junto a ella mi libro, sentados los dos tranquilos, al sol, en la mesa de la agradable terraza de esta cafetería tan próxima a la arena y al mar, la veo disfrutar en paz de los “santos” de su revista superficial. La miro y pienso, algo triste, en esa belleza tan vacía, tan llena de vacío intelectual. Luego reflexiono, recuerdo la edad que nos separa, me siento culpable por ese amargor que me dio la edad y, más relajado, contemplo, huelo, acaricio, escucho y hasta saboreo su espectacular belleza. ¿En qué pensará?-me digo-¿Pensar? ¡Que tontería! y sonrío, mientras ella me sonríe a mí.
(¡Cuando te morirás!
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6.       Título: (Sin título)
Autor: Yunus nyn. Puntuación: 23.65
Y al otro lado de la ventana, nada de nada. Sólo yo absorto en su recuerdo, la extraño.
-    ¡Ay mi vida cuanto trabajo, cuantas horas en el tajo para llegar a fin de mes!  ¿Sabes que haríamos si nos tocará la quiniela?
Le hablo aun a sabiendas que ella no responderá, sumida en ese profundo sueño que la silencia. Le hablo aunque sé que la quiniela no nos toca a la gente que trabaja de sol a sol dejándose los ojos, martilleando a zancadas, en máquinas de coser antiguas, ni a la gente que anuncia, a golpe de silbidos, el viejo oficio de afilador.
-    Si nos tocara una quiniela, tiraría esa máquina muy lejos. Sí, mi vida, la tiraría allá donde nadie llega, donde nadie la vea. Y nos iríamos en tren a conocer el mar. Azul, como tus ojos.
Acaricio su imagen con amor infinito sin esperar respuesta.
-    ¡Más quisiera el mar brillar como brillan tus ojos! Ni tu, ni yo hemos visto el mar.
Allí junto a ese soñado mar, me imagino que mi amada parecerá una estrella, una linda estrella de mar. De pequeño, una vecina me enseñó a buscar el sonido del mar en una vieja caracola que fue perdiendo la sintonía marina al mismo tiempo que se me iban cayendo los años, que se me iba la infancia.
-    Y caminaremos por la arena, descalzos, sin importar el color ni los agujeros que tengan los zapatos. ¿Sabes? Se me ha vuelto a abrir el agujero que tapé la semana pasada, con la media suela que encontré en la basura.
Se lo digo bajito, ahora que no me oye.
Casi todas las noches le abro mi alma a una foto antigua, amparado en el secreto de confesión de su sueño, mi amada eterna.
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7.       Título: Maria
Autor: Kar Gabilondo. Puntuación: 23.25       
Y al otro lado de la ventana, nada de nada. Llevaba  esperando mucho tiempo a que él la viniera a buscar pues así se lo prometió aquel día de enero antes de partir. Habían pasado años, pero ella seguía esperando porque confiaba en su palabra, siempre lo hizo. Así que un día más, apartó el visillo y se quedó con la mirada absorta en el exterior, canturreando por lo bajo aquella melodía que solían bailar, y que inevitablemente desembocaba en una noche de amor donde el único engaño era el tiempo: parecía que se detenía pero siempre era la noche más corta de sus vidas.
Cerró los ojos y dejó de mirar hacia el jardín unos segundos. Solo así era capaz de volver a percibir su olor. Cada vez que lo conseguía, una sonrisa irrefrenable se dibujaba en sus labios; sabía que él le besaría  la punta de la nariz como hacía siempre que la veía sonreír, y así reirse como dos chiquillos; como cuando se conocieron en el Conservatorio de Música, en una sala enorme y fría, esperando su turno para examinarse. Él con su fagot a cuestas, ella sin su piano. Ya entonces le hizo reír por primera vez hinchando su carrillo derecho intermitentemente. Le gustó aquel payaso que, muerto de nervios, supo hacerle reír antes de que dijesen su nombre para entrar a examinarse: María Arruenabarrena. Se volvió.
      -¿Sra. Arruabarrena? Era aquel jovencito tan majo de la bata blanca, que la acompañaba a pasear por el jardín. Debía recordarle que la llamara María, no hacía falta tanta formalidad aunque  fuera una señora viuda muchísimo mayor que él.
¿Me permite acompañarla al comedor para la cena? Ya ha anochecido -añadió  el celador.
Será un placer -respondió María-  esta noche ya no vendrán a buscarme.
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8.       Título: Noche sin estrellas
Autor: Kira Magic. Puntuación: 22.80    
Y al otro lado de la ventana, nada de nada, sólo silencio. Amanece. Todo está aquí.  Reposa en mi mente y en las huellas que dejó la noche sobre mi alma.
Despierto... en cama ajena, libre de ropas, cautiva de recuerdos. Llegan a mi mente las palabras del poeta.......”nada es mezquino, ni ninguna hora es arisca, y es larga la ventura de la noche”.
 Entra el sol tímidamente a traves de la persiana. El juego de luces apaga las  penumbras que llenaban la estancia. Plácido alba primaveral totalmente opuesto al frenético ocaso que lo precedió..... la noche acababa.
Comenzó llena de augurios y de miedos. Pausados silencios, risas entrecortadas, palabras con eco y cena con vino blanco. Y llegó el momento, el primero, el deseado...........el que intuía y esperaba con anhelo desde hacía días.

Cuando se materializan los sueños, o se rompen o explotan provocando miles nuevos. Y así sucedió. Sentí morir tres veces para renacer de nuevo. A cada una le acompañó el sordo murmullo de palabras no escritas, de sonrisas, de miradas en ojos ciegos, de luces que rompen más que el sol la espesa oscuridad de aquella noche sin estrellas.
Y de nuevo el poema........su estrofa final......”y a la virgen más joven, le subirá la leche al pecho”
Me giro sobre la cama, quiero prolongar la vigilia....macerar las emociones, revivirlas, grabarlas en mi cuerpo para dejarme llevar de nuevo por ellas. Todo se mezcla..... y se diluye con la misma rapidez con que aumentan los cálidos rayos de sol que acarician mi cara.
Noto un tacto sedoso sobre mi pierna destapada. Un gato de largo pelo blanco, azules ojos y erguida cola, se acurruca a mi lado. Me mira fijamente como diciéndome... otra noche así, y me voy de casa.
*****
                                 
9.       Título: Y al final, la nada
Autor:  Alhadia. Puntuación: 21.55     
Y al otro lado de la ventana, nada de nada… ni la silueta de su esbelta figura, ni la mirada que taladraba su mente ni la suave cadencia de su danza.
Era jueves y debía estar allí. Era la hora y no aparecía. La ansiedad comenzaba a abrumarle por la vana incertidumbre… aquel cristal se mantenía desnudo de vida y su mente presa del vacío comenzó a vagar en el pasado.
Hacía ya 4 meses que la conoció y desde entonces todos los jueves iba a verla. Su belleza, la cándida sonrisa que escondía una mente sensual y desconcertante le extasiaba hasta tal punto de quererla para él.
Nunca cruzaron palabra, nunca susurraron sentimientos pero su mirada, cómplice traductor de lo que sentía, se bastaba para decir lo mucho que la anhelaba.
La melancolía desató las lágrimas de quien estaba profundamente derrotado. La pasión con la que se aferró a ella le extrajo de la realidad y le marcó de por vida.
La esperó aquella noche desesperada, la siguió preso de sus celos, la alcanzó en la penumbra y abrazándola hundió el cuchillo en su vientre. Las miradas quedaron presas en un instante de pérdida e incomprensión y después la nada.
La quería para él y aquel club de streaptease no era lugar para ella. Demasiadas miradas, excesiva lascivia depositada en algo que era suyo… Se convenció en la idea de tener que hacerlo… no la podía compartir… y ahora la nada le invadía por completo.
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10.   Título: La indiferencia
Autor: Josie Athens . Puntuación: 21.25                          
      Y al otro lado de la ventana, nada de nada. Atrás habían quedado aquéllos momentos llenos de éxtasis y felicidad. En aquél tiempo nos amamos con pasión y nos entregamos mutuamente. Recuerdo la caricia inocente, la mirada provocadora, la voz dulce y romántica. No había algo más importante que estar juntos, a veces solo platicando, haciendo planes para el futuro, diciéndonos mil y un cosas que nos hacían sentir mejor. No niego que no todo fue color de rosa. Tuvimos malos momentos y nos enojamos sin motivo, pero de algún modo nuestro amor era capaz de superar cualquier obstáculo.
Con el tiempo, las diferencias parecían aumentar. ¿Por qué ella no sabe perdonar? ¿Por qué siempre tengo que pedir perdón yo? ¿Acaso sólo yo me equivoco?
Me arrepiento de no haber apreciado más esas palabras sabias que la gente de más edad te comparte: "No se vayan a la cama enojadas, platiquen antes de acostarse". Al parecer mi estrategia fue un fracaso. Simplemente me levantaba a la mañana siguiente y olvidaba todo. Borrón y cuenta nueva para mi. Ese fue mi error. Ella no olvidaba, lo mantenía guardado en su corazón.
Día tras día la indiferencia fue creciendo. Primero desparecieron las sonrisas, aquéllas carcajadas que te dicen que las cosas van bien. Su voz seca, sin emoción ya no pedía, sólo indicaba, ordenaba.
Luego, al parecer, comencé a ser invisible. Si comenzaba a tocar un tema ella volteaba la mirada, algo había que hacer que era más importante. Dejó de contestar mis deseos de buenas noches y buenos días. ¿Sabrá del efecto del vacío que produce?
Como una flor que no ha sido regada, cuidada, así le paso a nuestro amor. Ha muerto. Quisiera hubiera odio o celos. Es peor, ya no queda nada.
*****

sábado, 2 de junio de 2012

SEMANA 3. I CONCURSO LSD DE MICRORELATOS



Tercera semana del concurso. Red Bikcin presentó la gala así:
  Hola: Bienvenidos a esta nueva sesión de Lectura de Minicuentos Diotima, la tercera desde que instauramos este concurso.
     Debo  decir, antes que nada, que hemos cubiertos todas las expectativas. Éramos conscientes de que en SL es difícil convocar con éxito certámenes como este, y sin embargo, la realidad es que nuestro concurso de Minicuentos ha tenido una aceptación extraordinaria.
    Con los de hoy, completaremos la cifra de 20 microrrelatos presentados, una cantidad realmente importante. Y a falta de una semana para terminar el certamen, damos por seguro que alcanzaremos la treintena al final.
    Acordamos que los doce con mayor puntuación serían publicados en un libro, pero Diotima Editorial, en vista del mérito de los relatos, se está planteando aumentar esta cifra, ya que las puntuaciones  que otorga el jurado cada semana oscilan muy poco, y muchas veces queda un cuento por encima de otros solo por escasísimas décimas de diferencia.
     De todas formas, en la última semana daremos cuenta de estas posibles modificaciones de las Bases acordadas en su día.
     Y sin más preámbulos iniciamos la lectura de los 7 cuentos presentados esta semana.
*****
Estos fueron los originales en competición y su puntuación.
                                                                                             Mar Shilova


Título: Código… ¿Alzheimer?

Autor: Cool Vela. Puntuación 24.8

Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel. Eran ocho números y una letra coronados por el habitual código de barras que hace la secuencia más legible, más universal. Todo ello en un discreto negro medio, tamaño nada desproporcionado ni ostentoso, todo pulcro, sencillo, elegante. Podría decirse que muy cuidado en lo estético.
Arrebatado de mi natural cavilar, observo con más detalle al portador de aquel original ornamento. Es mujer. Su atuendo cuidado, sus ademanes pausados, sus formas y gestos distinguidos. Una dama de edad. Su mirada parece acariciar los objetos y personas que la rodean, sin dejarse atrapar por ellos, mientras ella, sin duda, rememora aquellos momentos ya vividos.
Fantaseo con la idea de iniciar una conversación, de dejarme conocer y conocerla a ella. Imagino unas primeras palabras, un saludo cortés, algo delicado y prudente. Ardo en deseos de saber, de conocer aquello que vio, sus experiencias, sus alegrías, tristezas, deseos, miedos y valentías. También, por qué no decirlo, excita mi curiosidad saber el motivo de aquel ornamento discreto que exhibe en su antebrazo, ligeramente por encima de su muñeca izquierda.
Las dos jóvenes uniformadas se acercan a la señora. La saludan con cortesía y una cariñosa sonrisa. Veo como la que parece más experimentada muestra a su joven compañera una pistola lectora que pasa sobre el elegante tatuaje.
-Buenos días, Doña Ana. Tenga, tráguelas despacito y tome un sorbito después. Ves que fácil Miriam. Es una idea genial, ¿verdad?
-Ahora atendemos a su marido, no se preocupe mujer, enseguida Don Manuel.
Ella las mira con ese aturdimiento que da el no saber que buscar. La dejan y se dirigen a mí.
-Buenos días, Don Manuel.
La más joven me pasa la pistola. Me tomo las píldoras. Doy un sorbito. Sigo con mi cavilar…

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Título: La profesional

Autor: Algezares Magic Puntuación 23,6

Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel a los que no quitaba ojo hasta que conseguí  memorizarlos mientras sentía su torpe magreo. Aquel trabajo requería mi lado más oscuro e irreverente porque aquel ser humano, baboso e irrefrenable, conseguía que mi profesionalidad se viera gravemente afectada.
Haciendo de tripas corazón me subí a aquella montaña sebosa. Se le dibujó un rictus de felicidad provocando que mi estómago protestara y es que estaba más que convencido de que aquello no me convenía.
Allí arriba, mientras le sujetaba la muñeca de los números que tan enloquecidamente busqué durante meses, podía echar un vistazo a la habitación. Buscaba algo muy concreto que me diera la pista definitiva. El movimiento rítmico al que me tenía sometida y la repugnancia que me daba no hacía más que obligarme a centrar mi atención en los detalles de la estancia.
Aquel azote en medio del fragor hizo que lo viera. Era un mueble empotrado en la pared con adornos de marquetería, en uno de los lados en la parte de abajo había un espacio sin llave donde bien podría estar lo que buscaba.
Le sonreí y besándole en la punta de su nariz abierta por el esfuerzo, le rodeé con mis brazos y mientras notaba cómo mi pezón entraba en su boca, hice girar aquel cuello sudoroso con la experta habilidad de una profesional hasta oír el chasquido. Quieta, noté cómo mi interior se libraba de aquel ser repugnante. Me levanté hacia el mueble.
Metí la mano por un entrante que había en la parte derecha y noté la protuberancia, la oprimí y tras un ligero chasquido la puerta se abrió. Allí estaba tal y como lo imaginé, tecleé los números...
Aquel sería el último golpe, el definitivo.
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Título: La Shoah

Autor: Marc Gene. Puntuación 23

 Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel:3215296470 y los reconozco uno a uno.
3 días de viaje en un vagón de ganado, hacinados, sin agua, sin comida, sin espacio para sentarse, apoyados unos cuerpos sobre otros, todos de pie, entre orines, sudor y excrementos... y sobre todo con miedo.
2 violaciones al día por tener la desgracia de haberle gustado a aquel soldado nazi cuando bajó del tren. O quizás la suerte, pues probablemente es por ese motivo que sigue viva.
1 vida en la que ni un solo día ha dejado de recordar aquel horror, aunque haya rezado para poder olvidarlo.
5 muertos a quienes llorar sin cadáver: su marido, sus padres y sus dos hermanos no volvieron de las duchas. Aniquilados con el Zyklon B, y hechos cenizas en los hornos de la II fase.
2 toneladas de pelo rasurado a las víctimas.
9 toneladas de zapatos sin dueño.
6 millones de judíos exterminados en la más perfecta empresa de  muerte jamás creada.
4 amigos que se reúnen cada 27 de enero y nunca hablan de lo que les une.
7 décadas de silencio.
0 tolerancia. Tolerancia cero. Tolerancia cero. Tolerancia cero.
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Título: Rito de paso

Autor: Manuel Kowlasky. Puntuación 22

Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel . Y percibo como van  cayendo las horas, los minutos y los segundos, como la lluvia en otoño, despacio y oscura. Como las lágrimas de las despedidas, que inundan lo ojos abiertos, fijos en la partida. Y van cayendo lentamente, como las hojas que se abandonan en un viaje sin retorno, como el último fuego de la llama, como el último resplandor del día. inundándolo todo, deteniendo el  tiempo en una pausa infinita.
Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel . Y el tiempo pasa sin mas esperanza que su propio transcurrir, sin otra ilusión que su marcha. Sin mas anhelo que sobrevivir a su propia quietud. Se suman  las horas, los minutos y lo segundos  y dibujan la soledad, construyendo la nada.
Veo  junto a su reloj unos números grabados en su piel. Y poco a poco la vida se acompasa su propia cadencia, fría y monótona, apagando el sentimiento, secando la ilusión, renunciando  a vivir y a complicarse la vida.  Hay tantas cosas por hacer, por decir, por sentir...  Pero no hace nada, no dice nada. Y siente que la vida se le escapa. Pero no hace nada y no dice nada.
Veo  junto a su reloj unos números grabados en su piel. Y siguen  cayendo las horas, los minutos y los segundos. Y lentamente su vida se marchita. Y después... se apaga.
En memoria.
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Título: El encuentro

Autor: Natalia Eclonite. Puntuación 22

Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel, la espera en ella se nota, la observo desde la vereda de enfrente mientras apuro mi café,  observador simplemente de una espera que se hace carne, la veo acomodar su cabello, chequear ese reloj mas de una vez, y esos números junto a su mano que no hacen mas que avivar  mi curiosidad, mi morbo, ese bichito que me impide dejar de observar. Simulo leer el diario, la veo revolver en su bolso, una y otra vez, de las inmensas y secretas profundidades de ese adminículo de cuero, salen labiales, espejos y un segundo reloj. Me sonrió ante esa impaciencia, esa necesidad de controlar el tiempo.
Sonrió ante la espera, los cambios es su humor, una sonrisa, un puchero, un berrinche y un suspiro. No lo resisto mas, no dejo continuar esa angustia y me acercó
-    4532? Pregunto sonriendo.
-    Sí- Me mira sonriente, dulce y nerviosa, noto que ha notado mi presencia no sabe que hace mas de 20 minutos la observo, doy un paso al frente y le ofrezco mis brazos,
-    6842- exclama y me abraza. Son extrañas las citas a ciegas, pero como no conocer a ese otro ser, que usa números en vez de nombre al igual que yo, podría haber pensado en alguna relación matemática entre sus cifras y las mías, pero no era necesario, me bastaba con que cumpliera lo que prometió, que llevará  sus números junto a los míos gravados en su piel.
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Título: Tripalium

Autor: Kar Gabilondo. Puntuación 21.9

 Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel: 482348904789.  A pesar de la piel arrugada que dificulta su lectura, aún siguen allí, tatuados para siempre, testigos de todos aquellos momentos vividos.
 El anciano sonríe cuando se da cuenta de que mis ojos han visto los dígitos de su muñeca. Se siente afortunado de ser un superviviente, de ser uno de los pocos que aún puede contarlo. Sin embargo no habla de ello con cualquiera; sabe que es un tema que duele a demasiadas personas en la actualidad.
  Observo  al anciano con admiración: deben de quedar muy pocos como él, quizás es el último de los que vivieron aquellos días anteriores a la crisis del año 2008, cuando aún trabajaban.  Él es un afortunado que conoció el trabajo, y al igual que los pocos que tuvieron esa suerte, se había tatuado el número de la Seguridad Social en la piel, y desde entonces lo enseña con secreto orgullo siempre que puede.
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Título: El dilema

Autor: Josie Athens. Puntuación 20

Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel dócil y tersa. Su cuerpo desnudo transpira sensualidad, deseo y excitación. Sus pechos, aunque relativamente pequeños, son redondos y se muestran erectos para mi. Sus pezones son una invitación a ser lamidos, poseídos. Su bella cara, cual muñeca de porcelana amerita ser admirada. Unos ojos verdes y profundos que contrastan con el color de su piel bronceada. Unas cejas finas y unas pestañas relativamente largas y curveadas le dan el complemento perfecto. Dedico un tiempo especial a su boca. Una sonrisa simple, con labios carnosos de un color carmesí desafiante, húmedos y bien delineados. No pongo mucho detalle en el resto de su cuerpo. Estoy acostumbrada a la calidad de la agencia en sus productos y este parece sobrepasar mis exigentes expectativas.
"¿Cómo te llamas cielo?" - le pregunto con voz firme.
"Mi Señora, por el momento soy sólo un número de serie, soy su nueva perrita y puede usar ese número si le place, o bien escoger uno apropiado a su gusto" - me contesta tiernamente.
Su voz me produce escalofríos. Me excita su sumisión, su entrega. Al mirarla, deseo besarla y no me decido por donde comenzar. Hago una pausa y medito. Nunca antes he tenido problemas con mis esclavas, pero ésta, me los podría dar. Mi deseo me debilita y se que debo superarlo. Por otra parte, me pregunto si no requeriré mas bien de una pareja, de una amante. Esclavas tengo varias y las uso de diversas maneras. Pero, ¿qué haré con ella?
"eso no fue lo que te pregunté" - continúo.
"soy la esclava número de serie 095 mi Señora" - responde sorprendida.
Su voz, sus movimientos, su aroma, toda ella me afecta más de lo debido ¿Qué haré con ella?
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