Como un con cierto era poco para el maestro Beethoven hubo otro en el que no sólo
volvió a escucharse la música rotunda y definitiva del maestro Beethoven sino que en esta ocasión, Beethoven II, vino él mismo, encarnado en la inefable ahatu Martha29 a presentarlo y dirigirlo. Se encadenaron sus obras, desde la delicadeza pianística de "Para Elisa" y su "Claro de Luna" a movimientos de su Quinta y Novena Sinfonías con el "Himno a la Alegría" incluido, en un auténtico desafío cósmico de la Galera Magilum del Santuario de Ishtar. A la grandeza del firmamento se unían melodías tan excelsas convirtiéndolo en un nuevo viaje interestelar excepcional e imborrable. Las imágenes sólo pueden mostrar la atención de la audiencia y su embeleso, la verdadera experimentación sensorial es intrasferible y se queda para ella.
(Esto escribí el pasado dia 11 en el post de mi Diario. Estas que siguen son las imágenes. .-Nama)
FIN
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