Los carnavales son, entre otras muchas cosas, una eclosión de la libertad manifestada en el vestir, y expresada por los colores y las formas en su exuberancia y riqueza. De todo eso hubo en la fiestuki de Diotima, ambientado en la Plaza de San Marcos, como homenaje al veneciano, pero entre las asistentes dominó el eclecticismo en el vestuario y los guiños a todos los carnavales y sus idiosincrasias: el veneciano, por supuesto, el brasileño, el canario, el gaditano, etc. Libertad formal y mezcolanza para hacer un carnaval genuino en el que no importaba el característico anonimato sino la proclamación de la libertad y el sincretismo. Le dijimos adiós al carnaval por la puerta grande.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario