*He hablado de magníficas mujeres griegas,
Safo, Diotima y Aspasia y quiero volver a mis griegas, que destacaron en
un mundo de hombres brillantes en la milicia como estrategos o guerreros. En
las artes como pintores. escultores o arquitectos. En el saber como
sofistas, retóricos y filósofos. En la literatura como poetas, trágicos,
comediógrafos o historiadores. En la medicina, el derecho, en la política y en
la riqueza. Tanto tanto... que prefirieron amarse entre ellos. (Viene de "Friné" en El Diario de Nama Clica aqui).
Son pocas las que sobrevivieron por
méritos propios, como esas que ya he mencionado y las que podría mencionar como hetairas, entre la realeza y la aristocracia, las diosas o las heroínas de
los mitos. Mujeres ejemplares y arquetípicas, que bien merecen ser consideradas como lo fueron, en su momento, por aquellos grandes hombres. Exaltadas
por literatos de la talla de Homero, Sófocles, Esquilo o Eurípides,
Comediógrafos como Aristófanes o Antífanes, Filósofos como Sócrates o Platón,
Políticos como Pericles, Reyes como Agamenón o Príamo, Héroes como
Aquiles, Héctor o Paris.
*Por ejemplo, Friné, la superhetaira de Tebas y Egipto, que vivió
casi un siglo después de Aspasia. Con menor influencia política que esta,
aunque hizo mayor fortuna ya que llegó a ofrecer reconstruir la muralla de la
ciudad a sus expensas con la condición se pusiera la siguiente inscripción:
"Destruidas por Alejandro. Reconstruidas por Friné"
Como hetairas se conocía a las
cortesanas que ofrecían compañía sofisticada mezclada con prostitución. Eran
mujeres independientes, que pagaban impuestos y que usaban vestidos distintivos. Originariamente eran antiguas esclavas o extranjeras y tenían especiales
capacidades para las artes, entre las que se incluían la danza y la música, y
destacaban por su talento y capacidades intelectuales y llegaban a ejercer gran
influencia sobre los hombres que las trataban.
*Friné fue modelo del gran escultor
Praxiteles, que acentuó el sensualismo o la percepción por los sentidos con la
"karis" o gracia ática y las curvas praxitelianas de la proporción
armónica de las partes del cuerpo, siguiendo la tendencia iniciada por
Policleto y su famoso canon de las proporciones de las siete cabezas.. Fue el
primero en esculpir la figura humana femenina desnuda al tamaño natural con
Friné, su amante, de modelo en repetidas ocasiones como dice un epigrama:
"Praxiteles vio a Friné y modeló la imagen del amor".
Fue su modelo para las Afroditas de los
templos de Delfos y Tebas. La de Cnido, que fue una de sus primeras obras,
representa también a la diosa griega del amor en su acepción erótica, la
belleza y a fertilidad femeninas en el momento se ir a tomar el baño ritual de
las eleusiadas.
Praxiteles buscó recoger de Friné
su actitud íntima que se conoce como "replegamiento intimista". Su
desnudez logra un elevado erotismo, contrastando la fina tersura de su piel con
las suaves curvas, a la vez que la posición de cuerpo, insinuando la forma
suave de una "s", refleja a partir e su estabilidad el movimiento. Su
espléndida desnudez tiene el contrapunto del pudor con su mano sobre su
sexo como si hubiera sido sorprendida.
De estas obras no se conservan los
originales pero si copias por las numerosas que se hicieron por la gran
admiración que despertaron provocando más de un "enamoramiento". La del Cnido lleva el nombre de la ciudad que la acogió después de haber
sido rechazada por la de Cox, para quien la realizó, y que sólo aceptó
otra reproducción de Friné más púdica y serena.
Friné realmente se llamaba Mnesarete y su
apodo significaba sapo. Un excepcional ejemplo antifrástico de definición por
lo contrario de lo que se afirma. Ejercía como hetaira, cortesana o compañía de
sofisticada prostitución de élite.
Otra gran hetaira respondía a este nombre; Targelia. Reconocida por su gran belleza física así como por su gracia e inteligencia.
Actuaba como una gran relaciones públicas o diplomática de su país, como
ejemplo para la modernidad. Atraía y atendía a los hombres más poderosos e
influyentes de Grecia predisponiéndoles a favor de Persia y de su rey Jerjes I,
del que era amante, por lo que se reconoció su gran influencia política.
Por su maravillosa belleza Friné fue
acusada de herejía o impiedad y falta e acatamiento a las obligaciones públicas
religiosas y de culto por haberse comparado con Afrodita. Tal acusación suponía
pena de muerte, como le ocurrió a Sócrates. Acusaciones y condenas de las que
no se libraron Anaxágoras y Aristóteles tras a muerte de Alejandro. Su
preceptor salvó la vida huyendo de la ciudad "para que los atenienses no
atentaran otra vez contra la filosofía".
Que Friné se comparara con Afrodita
resultaba lógico y coherente después de haber sido admirada y comparada
tantas veces con la diosa del amor. Su delito era "asebeia" o menosprecio
a la religión ateniense, que incluía familiaridad excesiva con lo divino y
podía ser castigada con la pena máxima, como ocurrió con las sacerdotisas Nino
y Teoride.
La defendió Hispérides, discípulo e
Platón. Gran orador, político y abogado, que como Demóstenes había sido el gran
opositor a Filipo, el padre de Alejandro, y al poder de Macedonia, Tan
elocuente orador, lleno de pasión, pues también era su amante, razonó y
conminó y tras haber fracasado con los recursos legales acudió a uno
efectista pero a la vez peligroso, pues podía interpretarse como una
reafirmación de la "asebeia" o una autoidentificación con la
blasfemia. Con contundencia rasgó la túnica de Friné para mostrarla en su
desnudez y desafió a ver quien se atrevía a desterrar "aquello".
Todos, jueces y pueblo, que tanto la tenían contemplada desnuda en las
esculturas de Praxiteles ahora la vieron con temor religioso pues creyeron
ver a la verdadera Afrodita y ninguno se atrevió a condenarla.
Namarya Xue
(Viene de EL DIARIO DE NAMA. Clica aquí.
(Viene de EL DIARIO DE NAMA. Clica aquí.