El miércoles día 10 de Abril tuvo lugar en Diotima R&D la presentación del último libro de Nama, Historia de nosotras. El evento tuvo lugar en la librería y fueron muchos los asistentes al acto.
Momi Barbosa, Red Bikcin y la misma Nama fueron las encargadas de presentar la gala que contó con muchas sorpresas.
Terminada la conferencia, todos nos fuimos a la discoteca del Sim para seguir una fiesta que fue sonada. Aquí les dejo el vídeo. Gracias Nama. :-)
Video de Mar Shilova
MONOLOGO DE LAS
MARIPOSAS
Os contaré de que va el libro con este monólogo:
Yo no tengo la suerte de ser de
Calatayud, de Bilbao o de Lepe. Soy gata,
es decir madrileña, aunque no conozco bien Madrid. Hasta hace poco me creía que
el Aeropuerto de Barajas se llamaba así porque
era de Heraclio Fournier y que el Parque del Buen Retiro tenía ese nombre porque era a donde
retiraban a los reyes por tantas estatuas de antiguos monarcas como hay. Como
también creía que al Puente de Segovia le llamaban el Acueducto porque era como
el de esa ciudad castellana. Alto y con muchos agujeros. Aunque por esa razón
se podía llamar Gruyer.
Con esto queda claro que no me entero muy bien de
la tostada. Esa que cuando cae lo hace siempre por el lado de la mantequilla.
Por eso, con mis pocas luces tengo un oficio que nunca debía haber elegido. Soy
domadora.
No creáis que domadora de leones,
que va. Eso sería sencillo. Mira los de las Cortes, que mansos e inútiles son,
que todo se pega. Soy domadora de mariposas.
Podría ser de perros, de orangutanes, de pingüinos, de pulgas, pero no. Soy de mariposas, que va más conmigo
por mi idiosincrasia, dicen. Una palabra
que no acabo de entender. Parece que directamente me van a llamar idiota, pero
a medio camino se cortan y disimulan,
¿Os lo imagináis? Si creo que Barajas
es del barajero de Vitoria, que a los reyes los retiran en el parque o que el
acueducto de Segovia está en Madrid parece lógico que sea domadora de mariposas.
Igual de absurdo, pero en eso es en las que ando. Ni más ni menos.
Imaginároslo y con seguridad os quedáis
cortas. Las mariposas en vuelo libre y yo amaestrándolas. Varias domadoras
precedentes no consiguieron hacer vida de ellas. Era como intentar ponerle
vallas al campo o puertas al mar. Intentaban controlarlas, detenerlas,
ordenarlas… y nada.
Recuerdo el caso de una que se caracteriza
por ir de vuelo libre acelerado y una domadora hubo, se llamaba Pandy, que intentaba
marcarle el camino, programarla y señalarle
por donde tenía que volar. Imaginaros lo que consiguió la pobre Pandy. A esta mariposa
yo la llamo Redi, porque no se si os lo he
dicho que a mis mariposas principales yo
les he puesto nombres de mis amigas, sin buscar similitudes, sólo al azar.
Hay otra, que tampoco se porqué, le puse Morlita. Le gusta tanto la música que
la compone pero no la baila. Le gusta más
hacer bailar. Y vaya si lo consigue. Preguntádselo a Angyangela que una vez la
cogió por banda y le tuvo bailando cuatro horas seguidas. Hasta que se agotó, mientras
Angy seguía bailando tan fresca como si acabara de comenzar.
A otra de mis mariposas le encanta
la fotografía, por eso yo le llamo Tanee. Las mariposas son esos bichitos tan
llamativos como vistosos con sus cuerpos desproporcionados. Con la parte vital
mínima que recuerda sus orígenes de larva y luego el despliegue exagerado y
multicolor de sus alas. En competición de belleza y fantasía en su diseño, que
supera lo más esplendoroso y fantástico de los carnavales humanos, en donde los
diseñadores, por mucho que se lo crean, no hacen nada más imitarlas.
Con su lengua captora al estilo de los
camaleones, que no tienen color propio ellas que resultan lujuriosas en su
riqueza y variedad de su cromatismo, y
sus ojos saltones de lepidópteros. La Tanee todavía más porque sobre ellos
lleva, como si fueran unas gafas de sol, dos cámaras fotográficas.
No se las quita ni para dormir.
Lo fotografía todo. Lo mismo mujeres en estado
natural, es decir en la perfección de la desnudez, que paisajes, que también sabe verlos en esa
misma belleza. En lo último –con ella lo último es lo anterior, porque no lo acaba
y ya está dando el paso siguiente- se puso en plan Hitchot e hizo fotografía de
suspense. Así como suena.
A otra de mis mariposas le
encanta con su cámara captar los cuerpos desnudos y crear con sus manos de
mariposa creativa preciosos vestidos o maquillajes.
Por eso le llamo Algezares sin acabar de saber muy bien a quien me recuerda.
Otra ha revoloteado
por todos los sim de SL fotografiándolos
y ahora no sólo tiene memoria de ellos sino testimonios, pero se especializó
en Nueva York y cuando le da por la poesía no ha habido poeta que se le resista,
ya sea vanguardista o lírico griego. La verdad es que con esta me hizo dudar que nombre ponerle y al final opté por el de
Melly.
Podría citaros a otras muchas. A
las que les gustan hacer plazas y edificios, con vocación de arquitectas
urbanitas que les llamo Danni, Yoly
o Kirah… Chifladas por la poesía, como
miss Momi. Por la pintura… lunáticas,
fotógrafas, danzarinas, comediantas, actrices, djoteras, etc. etc.
Lo común de mis mariposas es que
son incansables e imparables. Siempre
moviéndose con su vuelo como vistosas danzas tropicales. Ya sea en mundos imaginarios o ambientes reales o
fractales. Ellas no paran ni para repostar. Mariposas pizpiretas que no saltan
sino vuelan. Con sus alas desplegadas y en su cara una sonrisa. Creativas como
son, con su prodigioso fenómeno de crisalización, nos dejan sus obras para nosotras.
En fin, que ya comprendéis. Una pobre chica que
confunde al dueño de un aeropuerto con el de una baraja de naipes, que se cree
que a los reyes les retiran y que
confunde un puente con un acueducto en
el berenjenal que anda metida como domadora de mariposas.
Lo que si puedo deciros que todas
estas mis mariposas, entre las que yo me he metido de domadora, son inaprensibles. Como comprenderéis todas se
me escapan e intentar cogerlas es como meter agua en una cesta o arena de playa
en un cedazo. ¿Pero para qué pararlas? Es más fácil detener en el aire al Apolo
XII en su vuelo espacial que a ellas revoloteando por SL. Además si detuviera
al Apolo ¿cómo descender de él si no hay estación ni andén?
Total que hacen mi oficio
imposible. ¿Pero para qué hay que domarlas? Las mariposas nacen para ser
libres, como lo son ellas. Para volar y corretear como hacen. Para dejarse
contemplar y admirar porque son preciosas y perfectas.
Estoy reconociendo que como domadora soy un fracaso. Por eso, cuando
en mis horas bajas, me he planteado dejar el oficio y hacerme entomóloga y
dedicarme a disecarlas para mantenerlas quietas paradas y dedicarme a
clasificarlas… ¡Qué disparate! Lo
confieso. Hay algo que me compensa: La
oportunidad de contemplar a mis maravillosas mariposas libres y creativas no se
paga con lindens.
Me he enrollado con lo que os he contado y ahora tenía que hablaros del libro que he
escrito. Mejor lo dejamos para otro día.
NAMA