viernes, 12 de abril de 2013

HISTORIA DE NOSOTRAS DE NAMARYA XUE

El miércoles día 10 de Abril tuvo lugar en Diotima R&D la presentación del último libro de Nama, Historia de nosotras. El evento tuvo lugar en la librería y fueron muchos los asistentes al acto.
Momi Barbosa, Red Bikcin y la misma Nama fueron las encargadas de presentar la gala que contó con muchas sorpresas.
Terminada la conferencia, todos nos fuimos a la discoteca del Sim para seguir una fiesta que fue sonada. Aquí les dejo el vídeo.  Gracias Nama. :-) 
  


                                                                 Video de Mar Shilova


MONOLOGO DE LAS MARIPOSAS

Os contaré de que va el libro  con este monólogo:
Yo no tengo la suerte de ser de Calatayud, de Bilbao o de Lepe.  Soy gata, es decir madrileña, aunque no conozco bien Madrid. Hasta hace poco me creía que el Aeropuerto de Barajas  se llamaba así porque era de Heraclio Fournier y que el Parque del Buen  Retiro tenía ese nombre porque era a donde retiraban a los reyes por tantas estatuas de antiguos monarcas como hay. Como también creía que al Puente de Segovia le llamaban el Acueducto porque era como el de esa ciudad castellana. Alto y con muchos agujeros. Aunque por esa razón se podía llamar Gruyer.

Con  esto queda claro que no me entero muy bien de la tostada. Esa que cuando cae lo hace siempre por el lado de la mantequilla. Por eso, con mis pocas luces tengo un oficio que nunca debía haber elegido. Soy domadora.
No creáis que domadora de leones, que va. Eso sería sencillo. Mira los de las Cortes, que mansos e inútiles son, que todo se pega.  Soy domadora de mariposas. Podría ser de perros, de orangutanes, de pingüinos, de pulgas,  pero no. Soy de mariposas, que va más conmigo por mi  idiosincrasia, dicen. Una palabra que no acabo de entender. Parece que directamente me van a llamar idiota, pero a medio camino se cortan y disimulan,
¿Os lo imagináis? Si creo que Barajas es del barajero de Vitoria, que a los reyes los retiran en el parque o que el acueducto de Segovia está en Madrid parece lógico que sea domadora de mariposas. Igual de absurdo, pero en eso es en las que ando. Ni más ni menos.
Imaginároslo y con seguridad os quedáis cortas. Las mariposas en vuelo libre y yo amaestrándolas. Varias domadoras precedentes no consiguieron hacer vida de ellas. Era como intentar ponerle vallas al campo o puertas al mar. Intentaban controlarlas, detenerlas, ordenarlas… y nada.
Recuerdo el caso de una que se caracteriza por ir de vuelo libre acelerado y una domadora hubo, se llamaba Pandy, que intentaba marcarle el camino, programarla  y señalarle por donde tenía que volar. Imaginaros lo que consiguió la pobre Pandy. A esta mariposa yo la llamo  Redi, porque no se si os lo he dicho que  a mis mariposas principales yo les he puesto nombres de mis amigas, sin buscar similitudes, sólo al azar.
Hay otra,  que tampoco se porqué,  le puse Morlita. Le gusta tanto la música que la compone pero no la  baila. Le gusta más hacer bailar. Y vaya si lo consigue. Preguntádselo a Angyangela que una vez la cogió por banda y le tuvo bailando cuatro horas seguidas. Hasta que se agotó, mientras Angy seguía bailando tan fresca como si acabara de comenzar.
A otra de mis mariposas le encanta la fotografía, por eso yo le llamo Tanee. Las mariposas son esos bichitos tan llamativos como vistosos con sus cuerpos desproporcionados. Con la parte vital mínima que recuerda sus orígenes de larva y luego el despliegue exagerado y multicolor de sus alas. En competición de belleza y fantasía en su diseño, que supera lo más esplendoroso y fantástico de los carnavales humanos, en donde los diseñadores, por mucho que se lo crean, no hacen nada más imitarlas.
 Con su lengua captora al estilo de los camaleones, que no tienen color propio ellas que resultan lujuriosas en su riqueza y variedad de su cromatismo,  y sus ojos saltones de lepidópteros. La Tanee todavía más porque sobre ellos lleva, como si fueran unas gafas de sol, dos cámaras fotográficas.
No se las quita ni para dormir. Lo fotografía  todo. Lo mismo mujeres en estado natural, es decir en la perfección de la desnudez,  que paisajes, que también sabe verlos en esa misma belleza. En lo último –con ella lo último es lo anterior, porque no lo acaba y ya está dando el paso siguiente- se puso en plan Hitchot e hizo fotografía de suspense. Así como suena.
A otra de mis mariposas le encanta con su cámara captar los cuerpos desnudos y crear con sus manos de mariposa creativa preciosos vestidos  o maquillajes. Por eso le llamo Algezares sin acabar de saber muy bien a quien me recuerda.
Otra ha revoloteado por todos los sim  de SL fotografiándolos y ahora no sólo tiene memoria    de ellos sino testimonios, pero se especializó en Nueva York y cuando le da por la poesía no ha habido poeta que se le resista, ya sea vanguardista o lírico griego. La verdad es que con esta me hizo dudar  que nombre ponerle y al final opté por el de Melly.
Podría citaros a otras muchas. A las que les gustan hacer plazas y edificios, con vocación de arquitectas urbanitas que  les llamo Danni, Yoly o  Kirah… Chifladas por la poesía, como miss Momi.  Por la pintura… lunáticas, fotógrafas, danzarinas, comediantas, actrices, djoteras, etc.  etc.
Lo común de mis mariposas es que son incansables  e imparables. Siempre moviéndose con su vuelo como vistosas danzas tropicales. Ya sea en  mundos imaginarios o ambientes reales o fractales. Ellas no paran ni para repostar. Mariposas pizpiretas que no saltan sino vuelan. Con sus alas desplegadas y en su cara una sonrisa. Creativas como son, con su prodigioso fenómeno de crisalización,  nos dejan sus obras para nosotras.
En fin,  que ya comprendéis. Una pobre chica que confunde al dueño de un aeropuerto con el de una baraja de naipes, que se cree que a los reyes les retiran  y que confunde un puente con un  acueducto en el  berenjenal  que anda metida como domadora de mariposas.
Lo que si puedo deciros que todas estas mis mariposas,  entre  las que yo me he metido de domadora,  son inaprensibles. Como comprenderéis todas se me escapan  e  intentar cogerlas  es como meter agua en una cesta o arena de playa en un cedazo. ¿Pero para qué pararlas? Es más fácil detener en el aire al Apolo XII en su vuelo espacial que a ellas revoloteando por SL. Además si detuviera al Apolo ¿cómo descender de él si no hay estación ni andén?
Total que hacen mi oficio imposible. ¿Pero para qué hay que domarlas? Las mariposas nacen para ser libres, como lo son ellas. Para volar y corretear como hacen. Para dejarse contemplar y admirar porque son preciosas y perfectas.
Estoy reconociendo que  como domadora soy un fracaso. Por eso, cuando en mis horas bajas, me he planteado dejar el oficio y hacerme entomóloga y dedicarme a disecarlas para mantenerlas quietas paradas y dedicarme a clasificarlas… ¡Qué disparate!  Lo confieso. Hay algo que me compensa:  La oportunidad de contemplar a mis maravillosas mariposas libres y creativas no se paga con lindens.
Me  he enrollado con lo que os he contado y  ahora tenía que hablaros del libro que he escrito. Mejor lo dejamos para otro día.
NAMA



jueves, 4 de abril de 2013